Dirigido por Amada
Méndez-Piedra.
Las personas que acuden a el, disfrutan a ritmo de tranquila conversación y música elegida para no molestar ni perturbar el silencio interior de cada uno, de un tiempo para uno mismo, consiguen momentos de concentración en el trabajo artístico individual así como de otros tan estimulantes y enriquecedores de comunicación interpersonal que conducen a todos a un bienestar y un crecimiento interior basado en la creación y práctica de lo artístico, que resultan realmente agradables y fructíferos.